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amor, clandestinidad, desaparecidos modernos, los gloriosos años 80, muñeca, mujeres, pasos de tango, prostitucion, redes sociales, Santa, Santoral, tenacidad brutal
Organizaba las tertulias en el patio de su casa, aunque fuera una casa tomada por la fuerza. Ponía música y ensayaba sus pasos de tango frente a todos, aunque no fuera una buena bailarina. Se ponía siempre ese enorme vestido de seda verde que tanta gracia causaba a los más crueles, y de vez en cuando se animaba con sus «coplas al amor insatisfecho». Desapareció sin decir nada en los años ochenta, pero cada dos o tres meses, un hombre de impecable sombrero toca el timbre y pregunta, educado ¿Buenas tardes, está Muñeca?